Supongo que a estas alturas es preciso admitir las ventajas de nuestra situación actual para no acabar colgados de una soga. Ya es 2050, qué rápido pasa el tiempo para aquellos que se regocijan de sus actos pasados -los mismos que nos han traído al estado actual del que prefiero mirar todo lado bueno-, y qué despacio transcurren para otros... Pero no pensemos en ellos. ¿Para qué?
Está claro lo malo, pero... ¡bah, olvidémoslo! Lo importante es pensar en positivo.
La industria petrolera ha enriquecido sin duda a los habitantes de este planeta, aunque tal vez simplemente a aquellos situados en la cima, o a aquellos que al sonreír muestran sus innumerables cirugías y dientes de oro. No cabe duda, ha causado bien.
No debemos olvidar la comodidad de los objetos de usar y tirar. Podemos bebernos un café y no tener que fregar la taza. Podemos usar una pajita -porque somos un poco inútiles como para beber sin ella- y acto seguido arrojarla al océano o a alguna cuneta sin importancia. Podemos, también, dejar en los bosques todo lo que se nos antoje y permitir que se extingan todos los animales, y, eventualmente, ¡nosotros! Qué bueno es todo esto.
Hace ya años que las depuradoras de agua dejaron de funcionar. El nivel de contaminación en el agua era tan elevado que tuvieron que inventar una nueva bebida que saciase nuestra sed, aunque tenga efectos secundarios, como malformaciones en los fetos. ¡Pero qué importará un brazo más, o uno menos! ¡Hay que quererse a uno mismo!
El aire es irrespirable y todos tenemos que llevar unas máscaras que se nos implantan al nacer. Es tan bello el momento en que un bebé empieza a respirar aire un 0.25% mejor gracias a su máscara... Respirará ese aire durante los años que esté vivo, pocos, ya que la esperanza de vida se sitúa en los 40.
Yo aún tengo 23, y creí que sería importante arrojar algo de positividad a mi situación. Aunque creo que no ha ayudado en nada, y sigo teniendo las mismas ganas de morirme que antes. Espero que nunca encuentren mi cadáver, o que se lo coma mi gato, así no podrán meterme en uno de esos baratos ataúdes de plástico.
Comentarios
Publicar un comentario